Mostrar los dientes a lo que no tiene sentido

Una madruga de esas en las que no pude dormir como se debe, encendí el televisor y me encontré con el famoso Dr. House. Sin nada más que hacer, miré este capítulo como cualquier otro, y confieso, que es de mis series favoritas, pero creo que las circunstancias me llevaron a encontrar con este en particular.

¿Se imaginan lo que sería poder recordar todo lo que se ha vivido? Creo que mi memoria es buena, y guardo muchas cosas en ella, unas sin importancia y otras que han cobrado la misma conforme pasan los años.

No entraré en la trama del capítulo, aunque interesante, me llamó más la atención la canción que sonó al final. Demasiado conceptual, a mi humilde criterio, para todo lo que encerraba este episodio.

Con el pasar de los años, uno se da cuenta que la soledad es algo que nos acompaña queramos o no (si, lo sé, esto puede sonar muy «Forever Alone»), y en la mayoría de los casos, no soportamos que viaje a nuestro lado.

Curiosamente, he leído uno que otro «tweet» que los siento como para esta cabeza, no sé si es la intención de su autor (a), pero siento que me pueden aplicarse para mi. No quiero saber si lo son. Si, muero de la curiosidad y esperaría que fuesen directos, mas la incertidumbre y paranoia en conjunto, me hacen creer que si lo son. Si no es así, la verdad no me importa, lo son porque así lo quiero.

Y sin pensarlo mucho, es este sentimiento de «querer» lo que nos puede llevar a un estado de soledad.

¿Han pensado como el mundo se torna a favor o en contra de lo que deseamos en ciertos momentos si prestamos un mínimo de atención a curiosos elementos de nuestra vida? Creo que querer es poder, pero también creo que hay que tener cuidado con lo que se quiere, pues la vida nos lo puede dar (y generalmente lo hace).

Recuerdo que de joven no pensaba las cosas dos veces. esto me llevo a pasar cosas que no quería, pero también me otorgó el placer de vivir muchas que hoy me han marcado y hecho quien soy.  Aún conservo ese deseo de alcanzar el cielo, y es lo que me mantiene donde estoy, y porque puede ser que el mañana no aparezca.

Enseñar los dientes puede entenderse desde un lado agresivo (el cual no es motivo de este texto) y también de disfrutar lo que nos aparezca en el camino (este si es el sentido de lo que quiere decir esta cabeza).

Mi consejo, aunque no sé si soy el mejor para darlo, es simplemente ser como un junco (palabras del Dúo Dinámico) y doblarse con el viento pero siempre seguir en pie.

Un comentario Agrega el tuyo

  1. Carolina Protti dice:

    🙂 Pelando los dientes!

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