Hola, ¿cómo vas? Confundido. Se te nota.
Sí, veo que hoy es uno de esos días en que no sabés a donde vas. Por eso es que te dejo estas palabras para cuando andés así, para que en unos años si te sentís igual o peor, recordés porqué no querés la vida. No sé si te pondrán de nuevo en tu camino, solo espero que te distraiga de tanta sociedad.
La vida no te va a dar lo que esperás.
La vida nunca te va a recibir con todo lo que soñaste de niño. Al contrario, cada día mientras crecés va a hacer que ese niño duerma dentro tuyo, y en el peor de los casos, que se convierta en adulto.
Sé que no querés la vida. No hay nadie que quiera la vida en realidad, vos menos. Los que llegan a querer la vida van a ser muy infelices, no van a conseguir ese sueño anhelado. No van a conseguir esa meta. Si vos a la vida la querés, la vida no te va a corresponder. Yo sé que vos no querés a la vida.
¿Por qué? Porque cuando querés, vos estás pidiendo algo a cambio.
Cuando querés a alguien, le estás pidiendo su compañía, casi que forzada, siempre hay un intercambio, y la vida, la vida no intercambia con nadie. La vida solo da lo que va a dar, no lo que vos querás o le pidás y es mejor aprender a vivir con eso.
Por eso, a la vida no hay que quererla. A la vida hay que amarla.
Sí, amarla hasta llorar. Amarla para que ese niño no duerma ni se convierta en adulto. Ese niño debe jugar cada día, debe sonreír y reír como hiena. Ese sueño que desde chico tenés no se va a hacer realidad con solo desearlo y pedirlo a la vida.
En la vida se camina como si bailaras un tango: con pasión, con entrega, con amor. En la vida caminás sin importar como te ven, porque lo que importa es como te ves. En la vida debés amarte primero, antes de amar a la vida, antes de amar a cualquiera.
Al amor de tu vida vos nunca lo vas a querer.
¿Cómo podría ser el amor de tu vida si lo querés y a la vida no se quiere? Al amor de tu vida lo amás, así, con ganas, sin pedir nada a cambio. Lo aceptás tal cual, como es, porque no lo podés cambiar, porque si querés cambiarlo no lo amás, lo querés, querés algo a cambio. Al amor de tu vida lo dejás ser. Lo dejás estar a tu lado cuando quiera. Lo dejás irse cuando quiera. Al amor de tu vida lo amás hasta llorar sin sentirte triste o no amado, lo llorás porque el amor va a salir en lágrimas de felicidad.
La vida te ama, por eso debés amar a la vida, y no quererla. Yo sé que vos no querés a la vida. Vos la amás.