Babosín, el caracol que recorrió su mundo.

Capítulo 1.
Lejos.

Cuando Babosín se dio cuenta, era un día soleado en su lugar de nacimiento. Bueno, cerca de. El calor lo consumía y no acostumbrado a vivir sudando, debió detenerse y porqué no, también decidió admirar el paisaje.

En su vida, Babosín había recorrido lo que para muchos sería mucho pero para él solo el camino que decidió tomar. Un camino no plano, llano y rápido, sino, montañoso, curvo y lento. Babosín había emprendido un viaje solo. Siempre se vio así y en un momento en que esta, la vida, lo llamo a irse lejos no lo pensó, tomo su mano y la acompañó… Dándole un camino que seguir pero sin saber lo que iba a encontrarse.

Lejos. Así fue como se vio de toda una vida que había dejado por detrás. SI bien extrañaba muchas cosas, sabía que debía seguir si quería cumplir promesas que se había hecho así mismo, y también, a otras personas que en su momento fueron importantes en su vida, o que simplemente no quería dejar que lo vieran como uno más.

En momentos en los que menos esperaba, extrañaba todas esas cosas que ya no eran iguales. Pero solo recuerdos, esos momentos que lo llevaron a donde estaba. No podía volar, por lo cual, debía seguir caminando y seguir encontrándose más lejos que el día anterior. Su secreto para seguir adelante era buscar esas cosas importantes de su vida en su parte más profunda, ahí donde refugiaba ilusiones.

Trataba de hacer cada momento perfecto. Al menos lo que él creía perfecto. Aún cuando la luna lo atrapaba por sorpresa, encontraba una tonta razón para sonreír. Como cuando conoció a Chanchi, el que creyó iba a ser un muy buen amigo, y en realidad lo fue hasta que Babosín ya no le fue útil.

Chanchi tenía su chiquero marcado y no quería que nadie entrara en él. Invitó a Babosín por obligación, creo yo. Durante un tiempo se comportó, Sr Chanchi, como alguien que quería enseñarle a vivir. Lo metió dentro de su mundo, compartió su espacio y mostró su manera de actuar antes adversidades, felicidades, etc., las cuales eran muy distintas a las de Babosín. Nuestro pequeño amigo, cegado por ese mundo que se veía perfecto, entró a un estado hasta verse similar a Chanchi. Tenían en común que habían iniciado un viaje, pero no más que eso.

Meses después, al ver que Chanchi estaba atacando a otros que eran iguales a ambos, porque nuestro personaje cree en la igualdad, solo que más jóvenes se dio cuenta que no debía seguir ahí y que si bien esa parada no tenía una fecha de partida, podría hacerse a un lado y seguir creando lo que podemos llamar su mundo de ese momento, un momento que creyó iba a ser corto, pero que a los ojos de los demás no lo fue, pero para él fue un instante.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s