– Sí. Hay de todo tipos. Yo conozco varios. Hay uno que no olvido, uno en el colegio. Caí en el medio del pasillo y todos se rieron de mi.
– ¿Qué hiciste?
– Lo normal. Me levanté y seguí caminando. Bueno, haciendo una seña con la mano. Luego de eso estuve en la dirección un rato. Estaba en sétimo grado.
– Jajajaja. Sos Un tonto. ¿Qué dijo tu mami?
– Nada. Nunca se dio cuenta. Ella se enteró de muy poco del colegio. Yo era muy reservado. Otro empujón fue este año. Bueno, varios…
– ¿Sí?
– Sí. Recuerdo algunos importantes. ¿Vos no? Aunque algunos eran golpes, eran golpes de confianza.
– No te golpeaba… bueno, un poquito… pero esos no eran empujones. Jajaja.
– Sí, sí lo fueron… vos no los viste así… pero yo sí…
– ¿A dónde te empujaron?
– A vos… a acercarme.. en vez de alejarme eran empujones para conocerte mejor… para entrar a otra vida… a la vida… nuestra vida.
– ¿Lo ves así?
– ¿Vos no? ¿Te arrepentís de esos golpes? Yo no.
– Mmmm pero no fueron duros… jajaja
– Me arrepiento de haberte dicho que no lo hicieras… o de que sintieras que era un reclamo… eran golpes lindos… empujones a conocer…
– ¿Y qué conociste?
– En realidad nada.
– ¿¿??
– Sí… no conocí más que todo lo que quiero conocer con vos.