– ¿Sabés cuál es mi color favorito?

– Azul.

– Mi color favorito es el color viento.

– El viento no es un color. El gris es más un color que el viento.

– El viento es un color, mirá:
Acaso no has ido caminando por la calle cuando de repente de golpea una brisa en la cara?

– Sí, ¿y?

– Esa brisa te trajo un recuerdo, seguramente pensaste en un momento y te hizo feliz, soltaste una sonrisa. Si recordás ese momento, algún color se te viene. En un auto con la ventana abierta es muy posible que el viento te traiga otro recuerdo, o una fuerte lluvia fuera de tu casa y el sonido del viento vuelva con otro recuerdo. Ese es color viento.

– ¡Estás loco!

– El color viento va a combinar con todo. No hay moda que le gane. No hay una temporada específica. Mirá, temporada de nostalgia, el viento te va con una sonrisa triste. Temporada feliz, puede que se ausente y solo sintás sol en tu cara, pero el viento anda por ahí adornándote de vez en cuando. Temporada tristeza, el viento tendrá un color más fuerte, que luego será nostalgia.

– ¿Cómo pensás en eso?

– ¡Ves!, eso también es lo que pasa. El color viento no se piensa, no se ve. El color viento se siente.

– ¿Cómo se siente?

– ¿Sabés como se siente? Tan cálido como mi brazo entre tus manos. El color viento que vos y yo usamos es cálido.